Este es el blog de Julián Flórez Gómez.
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Un soplón dentro del correo

Supongamos que nuestro jefe nos envía un correo el viernes a las 3 pm. Lo abrimos y nos damos cuenta de que, muy al estilo de un ex presidente colombiano, él (o ella) pretende que sacrifiquemos algunas horas de nuestro fin de semana para elaborar un informe, el cual se necesita para el lunes a primera hora.

La mejor solución es fingir desconocimiento de la existencia del correo infame y simular que no lo vimos. Podemos argumentar daño de nuestro PC, que no había señal de internet, que nuestro médico nos prohibió revisar el correo, y otras disculpas igual de pintorescas o más.



Si él (la) jefe es convencional, es probable que nos crea y podamos salir airosos del asunto con la frente en alto.

Si el jefe no es corriente podría suceder que nos mire y nos diga:

"lo que dices no es cierto y se que revisaste el correo y leíste el mensaje el viernes a las 5:30 p.m."

Este último caso, antes improbable, es ahora bastante posible. Y no hay magia ni brujería. La razón es la existencia de servicios online que nos permiten colocar un soplón dentro del mensaje de correo y saber si ha sido leído o no. Incluso nos avisa si algún link dentro del correo fue activado.

Conocemos dos servicios dedicados al asunto: Right Inbox y Spypig. 

Básicamente hacen lo mismo, nos avisan si un correo fue leído y nos da la hora exacta de la consulta.

Independientemente de lo molesto que pueda ser para el destinatario, hay que reconocer que para quien envía el mensaje, estas herramientas son bastante útiles.

Así que si Usted suele recibir con regularidad mensajes con publicidad, predica religiosa o política, declaraciones de amor, etc. Es muy probable que traigan uno de los dos chivatos mencionados. La mejor estrategia es no abrirlos para demostrarle al remitente que no estamos interesados.

Por el contrario, si Usted desea hacer saber al otro que sus envíos son importantes, léalos y de inmediato el remitente recibirá un mensaje avisándole.

¿Invasión a la privacidad?, ¿derecho a estar informado?, ¿bueno?, ¿malo?.

Todo depende del cristal con el que se mire.

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